domingo, 22 de marzo de 2009

La Bella durmiente del bosque y la Conspiracion del castillo


Abrimos el libro y vemos que comienza con una monarquía, (ya deberíamos estar habituados).

Tal parece, según el documento, que los monarcas habían tenido una hija y estaban muy felices por esto. La paradoja ya comienza aquí: como ya he desarrollado en otro artículo, en las monarquías absolutas el poder estaba en el rey y se sucedía a su hijo varón. En ningún lado se menciona la presencia de un hermano de la jovencita o de otro hijo de los reyes. Por lo que deducimos que el cuento tiene ideas antimonárquicas-proanarquistas. (Recalcamos que nos referimos a la esencia contemporánea del cuento y no a la desambiguación de las versiones orales originales de antaño.

Retomando, los reyes tienen una hija y hacen una celebración muy a la usanza de los reyes de antaño.
Para tal festividad, invitan expresamente a las 7 hadas del reino para que le regalen a su hija un don mágico y esta pase a ser superdotada. Cada hada tendría una cubertería de oro como costoso obsequio (en otras versiones modernas el regalo varia, pero se mantiene su materia: oro). ¿Hadas capitalistas y avariciosas? Mmm... Al final de la fiesta se presento un hada muy vieja, a la que habían dado por muerta. Aquí surge el otro elemento paradójico, ya que se supone que las hadas, al ser seres etéreos con poderes sobrenaturales que provenían de una preseudowicca, eran inmortales. ¿Cómo se puede dar por muerto algo que se supone que no muere? La vieja hada montó en cólera injustificadamente al no haber un obsequio para ella,y eso también es absurdo ya que las monarquías están bañadas en oro. Llegó el momento de los dones mágicos, y una a una las hadas le dieron belleza, bondad, gracia, danza, canto y música (nótese la ausencia de “inteligencia” o “sentido común”). Luego la vieja hada se adelantó y le echó un maleficio a la criatura: "¡La princesa se pinchará la mano con un huso y morirá!", exclamó. La séptima hada, que se había quedado atrás por desconfianza a la vieja, se adelantó. Otro elemento extraño, ya que las demás no tuvieron ninguna desconfianza. Al no poder anular la maldición, la atenuó: "La princesa se pinchará la mano con un huso, pero no morirá. Caerá en un profundo sueño que durará cien años hasta que el hijo de un rey la despierte".

El rey decretó, bajo pena de muerte, una prohibición total para la utilización y tenencia de husos y ruecas en el reino, los que fueron confiscados y quemados. La gran duda y paradoja es cómo se mantenían al haber eliminado la industria textil interior. Debían importar ropas desde el exterior, lo que sin lugar a dudas no era muy económico y amenazaba la economía del reino. Más tarde se analizará este elemento y se dará una posible explicación. El reino supo mantenerse hasta la adolescencia de la princesa. Si los súbditos del rey estaban vestidos o no es algo intrascendente.

A la edad de 15/16 años, la princesa caminaba por el castillo y, al entrar en una habitación, vio a una anciana que estaba hilando con un huso. La cual, según se especifica en el cuento, no había oído jamás de la prohibición. Todo eso es absurdo de cabo a rabo: es altamente improbable que la princesa jamás hubiera encontrado esa habitación hasta ese momento, por lo que debería haber visto a la anciana antes. Es aun más improbable que, luego de quemar los husos y ruecas de todo el reino, quedara uno en el mismísimo castillo real. Lugar donde, se supone, los controles debían ser más férreos. Recuérdese que la octava hada, la del maleficio, era una vieja.

La adolescente pensó que sería divertido probar tan extraño artefacto y, tal como en la profecía, se pinchó en la mano y cayó en un sueño artificial. Trataron de reanimarla pero, al ver que no podían,
la acostaron ricamente vestida en su lecho y llamaron a la séptima hada, la que le había salvado la vida. Esta, temerosa de que la princesa se encontrara sola cuando despertara, procedió a usar sus poderes de wicca contra todos los habitantes del castillo, a excepción del rey y de la reina, para sumirlos en un sueño artificial igual al de la princesa. Luego de un cuarto de hora, gruesas enredaderas y hiedras cubrieron el castillo y lo volvieron impenetrable. Ahora, ¿por qué el rey y la reina no fueron adormecidos para hacerle compañía a su hija? ¿Por qué entre el adormecimiento de los habitantes del castillo y el crecimiento de las enredaderas transgénicas hubo 15 minutos? ¿Acaso los reyes necesitaban de ese tiempo para una huida? ¿Quizás todo esto no es más que un sutil engaño?

Un complot de intriga palaciega que enredaba a los reyes, al hada vieja y a monarcas de otro reino.
El hada vieja se encargaba de levantar el maleficio contra la joven, donde el elemento más importante e invariable era el huso. Luego de esto, el rey tenía una excusa que enarbolar ante sus ayudas de cámaras y consejeros para levantar el inverosímil decreto de la prohibición de uso y tenencia de husos y ruecas. Así obligaba a su pueblo a un consumo masivo de productos textiles que debían importarse de ese reino X, cuyos monarcas formaban parte del complot. ¿Reyes obsesionados con el capitalismo al grado de usar a su hija para lograr fines malévolos e ilegales para ganar dinero? ¿Una vieja hada de mente retorcida capaz de manipular a sus socias de preseudowicca? ¿Unos monarcas X, quizás ascendientes del príncipe que descubrió a la joven? ¿Acaso fue parte del plan? ¿El descendiente de esos monarcas X tendría acceso a la joven? Eso es poco factible, ya que muchas generaciones separaban a los confabuladores del despertar de la joven, así que debemos suponer que simplemente no les intereso el despertar de su hija.

Cien años más tarde, un príncipe andaba de caza y diviso las almenaras del castillo. Preguntó a los lugareños sobre el edificio y escuchó vagas referencias a la leyenda de una joven princesa dormida. Así que se aventuró al castillo y, al tener sangre azul, las plantas transgénicas se abrieron paso para dejarlo entrar. Pasó por encima de los guardias dormidos y pudo llegar al cuarto de la joven, donde al sentir una gran pasión carnal por ella (15/16 años) la despertó con un beso. Al despertar ella, despertaron todos los habitantes del castillo y celebraron su retorno a la vida con una fiesta. Si el príncipe supo instalarse en ese reino para administrarlo, no lo sabemos. Tampoco sabemos qué fue del rey y de la reina, o del hada vieja o de esos reyes X. Pero queda la gran duda, ¿sabrían esos ingenuos habitantes del castillo que habían sido peones en un juego de ajedrez y que seguían careciendo de industria textil y, de hecho, de cualquier tipo de manufactura desde hacía 100 años?
Sin otro particular,
Nemo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Follow Us @soratemplates