jueves, 26 de mayo de 2011

Babbity Rabbity y su tronco cacareante (S.XXI)



24 de diciembre, víspera de Navidad. Alguien toca a la puerta. Es un tronco, un tronco mágico. Le damos abrigo. Alimentamos al tronco y le damos de beber, sino será imposible que el tronco defeque. Lo ponemos cerca de la chimenea para que tenga calor. Le damos chocolate. Es un tronco mágico.
Antes lo quemábamos para que defeque. No hace falta hoy, vamos a golpearlo con bastones. Lo golpearemos hasta que defeque. Defeca regalos. El tronco es mágico. Vamos a golpearlo mientras cantamos canciones. El tronco nunca defecará objetos grandes, esos los traen unos reyes que son magos. El tronco es mágico. Agarramos los bastones, empezamos a cantar.


No caguis arangades que són massa salades
(no cagues arenques, que son demasiado salados) ♫
Un hombre se agacha y mira debajo de la manta que abriga al tronco mágico con su rostro sonriente pero inexpresivo. El hombre retira la cara toda tiznada de hollín y grita, alborotado, que el tronco le ha fet a pet (echado un pedo en lengua catalana). Todos ríen a carcajadas. El canto continua, los golpes continúan.
Caga torronsque són més bons (caga turrones, que son más buenos) ♫
No entiendo. Me animan. Me incitan. Las risas. Hombres grandes. El tronco es mágico. No puedo parar. Le sigo golpeando. El tronco es mágico.
Si no vols cagar et donaré un cop de bastó (si no quieres cagar, te daré un golpe de bastón) ♫
Rezamos un rezo. El rezo termina así: Rabassó de pinya vella, tu que ets tort. Más prefiero tu mierda i mal igual: Més m'estimo la teva merda que el capó del meu corral (Cepa de piña vieja, tú que estás torcida y desigual: más estimo tu mierda que el capón de mi corral). ¿Amén? Levantamos la manta. El tronco es mágico. Bajo el tronco hay regalos. Solo tuvimos que golpearlo, solo tuvimos que cantarle. Solo tuvimos que engordarlo.
Papá, mamá, ¿Por qué el mundo funciona así?
03:39 de la madrugada del 25 de mayo del año 2011, se celebra el 201 aniversario de la Revolución de Mayo en la que el virrey Cisneros fue destituido y la formación del cabildo abierto, antesala de la autarquía política de la naciente nación argentina. Es una locura hablar de un ritual tan oscuro y violento en este lado del mundo, en esta ciudad de Argentina, en estas altas horas de la noche. Pero no, no es un delirio. No es el delirio de un trasnochado enfermo que pone todo su empeño en acertarle a las teclas para escribir. Es, de hecho, una antiquísima tradición que se sigue celebrando en Cataluña y en la Comunidad Valenciana, así como también en pequeños poblados. España, Europa, cuna de señores que, en los subterráneos porteños, señalan con desdén a los pasajeros mientras murmuran “sudacas” por lo bajo y se vanaglorian de ser muy civilizados.
Hace relativamente poco la figura icónicamente navideña de Papá Noel logró entrar en las navidades españolas. Antes de él tan solo existían este siniestro tronco y los tres reyes magos. Tronco que casi obliga a un escritor a romper su ética locucional para conjugar verbos impropios de un léxico que se jacta de no albergar vocablos tan poco ornamentados en sus rincones…

Originalmente estos troncos eran mera leña de salamandra o de chimenea a los que alguien les tallaba un tosco rostro para celebrar el ritual. Posteriormente, con el avance urbano, el capitalismo explotó a estos inocentes juguetes navideños y los vendió a escala nacional. Se les puso rostros de rasgos más refinados y humanos, también patas delanteras para que el niño que oficia de “torturador” se siente sobre su lomo mientras lo golpea. Se le exprime psicofísicamente hasta que da regalos y posteriormente se quema. Por supuesto que cuando busquemos información sobre este rito navideño, nos encontraremos con un abanico humano que le endilga epítetos tales como “tierno”, “fascinante” o “(muy) interesante” mientras vemos fotos de barnizados troncos con rostros risueños y niños del jardín de infantes que ríen de alegría mientras blanden palos. Pero la verdad es la verdad, independientemente de que creamos o no en ella aunque, por supuesto, por ser la verdad, merece que creamos en ella… Y heme aquí denunciando este ritual. Sí, yo sostengo que se le inculca al niño un concepto donde la violencia se premia con regalos, donde el niño básicamente juega a torturar a una criatura con rostro humano, donde se idolatra el estiércol... No me asustan las posibles apologías interculturalistas que apelan al fuerte sentido de la tradición y a la preservación de los “valores históricos” de una sociedad.

Un sistema de creencias razonable debe corresponderse con la realidad y no viceversa. No podemos predicar una “paz social” cuando en Navidad adoctrinamos a nuestros niños así. Hay valores, por más relativistas que seamos, que son inamovibles. Puedo oír durante toda la mañana la disertación de un sofista sobre la no existencia del bien y del mal pero, cuando le vuelque en su cabeza una pava de agua hirviendo, lo oiré gritarme unas cuantas barbaridades, lo mismo que si yo saliera de su casa llevándome a cuesta sus electrodomésticos (¿podría él decirme que esas cosas son “incorrectas”?). Nadie, ningún relativista de la New Age aceptaría cosas tales como golpear bebés por diversión ni justificar la violencia en cualquier forma. (o eso es lo que todos creemos creer). Entonces, ¿por qué fomentamos e imponemos desde los mismos colegios un ritual donde un niño es premiado por torturar y golpear? ¿Será que estamos inmersos en un sistema global que promueve la violencia, con juegos de video, cuentos infantiles y rituales navideños? ¿Será que estos rituales vetustos, que solo encuadran en una sociedad feudal y rústica, solo sobreviven en esta época protegiéndose bajo el ala del postmodernismo? ¿Será que hago veneno para las hadas?

(Noche de ¿paz?, noche de ¿amor?)

Pero lo más importante, lectora española madre de criaturas, ¿será que mantendrá viva esta tradición solo porque es la tradición, a costa de sus hijos?
Mode Off
Sin otro particular,

Mr. Nemo

3 comentarios:

  1. nemito a ver si sabes quien soy! me he cambiado de blog :)

    me has dejado de piedra con esta entrada del caga tió! por suerte en mi familia no la celebramos

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  2. Gracias por este comentario, realmente es tremendo ver tantos niños golpeando y cantando alegremente! y sobre todo a la gente grande recordando como lo cuidaban para luego hacerlo defecar.Saldrá algo sobre el patufet??? :)

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  3. Mar, por supuesto que se quien eres je je :P
    Muchacha, hace un millon de años practicamente que no converso contigo, cualquier dia de estos trata de hacer el esfuerzo y conectarte!
    Y por cierto que si habra algo proximamente del patufet!

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